
El portero fue llamado a filas por Heynckes para viajar a Rosenborg cuando tenía 16 años; curiosamente disputó su partido 100 en la Champions también un 25 de noviembre.
Han pasado 14 años, pero el recuerdo de aquel momento se mantiene imborrable en la mente de Iker Casillas. Su primera convocatoria, la oportunidad que esperaba desde que ingresó en La Fábrica el 1 de julio de 1990, llegó siete años después. Y lo hizo de forma inesperada. El Real Madrid iba a viajar a Rosenborg con las bajas de los porteros Illgner y Contreras. Pero Cañizares sufrió un golpe y Heynckes tuvo que recurrir al portero del juvenil para completar la convocatoria. La llamada de urgencia sorprendió a Casillas... en el instituto, en plena clase. Iker recuerda hoy en su Facebook lo sucedido: "Me sacaron del colegio para ir con el primer equipo del Real Madrid a Noruega. Ha llovido mucho... ha pasado mucho... y para mí es un orgullo estar ligado a este club ese tiempo y más!!!". Curiosamente, transcurridos 12 años, llegó a la centena de encuentros en la Champions ante el Zúrich en el Bernabéu también un 25 de noviembre.
Los hechos se remontan al 25 de noviembre de 1997. Casillas, con 16 años, acudía puntualmente al Instituto El Cañaveral (Móstoles). Iniciada la clase, el director le llamó a su despacho para comunicarle que el Real Madrid, que jugaba en Noruega frente al Rosenborg un partido de Copa de Europa, le había convocado debido a las bajas de Illgner y Contreras. El prometedor guardameta de la cantera no pudo ocultar su felicidad e hizo partícipes del momento a sus compañeros de instituto.Entre el respeto y la admiración por compartir viaje con futbolistas a los que veía entrenarse a diario en la antigua Ciudad Deportiva, Casillas dejó a un lado la timidez y formó parte de una expedición que ponía rumbo a una nevada Noruega con el objetivo de lograr la clasificación para cuartos de final. El ahora capitán del Real Madrid, que viajó con un traje que le prestó su padre, se integró a la perfección y llegó a ser uno más en un grupo que se divirtió jugando con la nieve en las horas previas al choque.
Curiosamente, Casillas coincidió en aquel viaje con el ahora segundo entrenador blanco, Aitor Karanka, y compartió habitación con Víctor Sánchez del Amo. Iker estuvo en el banquillo y no jugó aquel partido, pero el final de la historia ya es sabido por todos. El Real Madrid acabaría levantando la Séptima esa temporada en el Ámsterdam Arena, el mismo campo en el que Casillas podría lucir el brazalete de capitán el próximo miércoles 7 de diciembre.
Era el nacimiento futbolístico de un jugador que, años después, lograría dos Copas de Europa, una Supercopa de Europa, cuatro Ligas, tres Supercopas de España y la reciente Copa del Rey que levantó en Mestalla.
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